Pese a que cuenta con casi 100 años de historia (la primera patente de la copa se remonta a los años 30 del siglo XX), la copa no se había popularizado hasta relativamente hace pocos años, cuando la conciencia ambiental ha comenzado a influir entre los ciudadanos. No en vano, si de algo puede presumir esta alternativa es de ser respetuosa con el medioambiente, pues al no producir residuos su impacto en el entorno es mínimo.

Pero sus virtudes no acaban ahí. Más allá de lo ecológico, la copa ofrece a las mujeres un amplio abanico de beneficios y ventajas. A continuación, destacamos cuatro de ellas:

1. No contiene químicos

La copa menstrual proporciona una mayor seguridad e higiene, al estar fabricada en material hipoalergénico. Ello impide que la mujer desarrolle infecciones (siempre y cuando la esterilice y la use adecuadamente) u otras afecciones que los tampones pueden llegar a provocar, como es el caso del síndrome del shock tóxico (SST). 

2. Dura hasta 10 años

La vida media de una copa menstrual es de 10 años, siempre y cuando se sigan las instrucciones para su correcto uso y cuidado. Esto es, limpiarla con agua y jabón neutro después de cada vaciado durante la menstruación, y vaciarla y esterilizarla una vez finalizado el periodo. La esterilización puede realizarse de diferentes maneras:

• Olla: la más básica, y también la más popular, es poner a hervir la copa en una olla durante 3-5 minutos.
• Vaso esterilizador: sumergiendo la copa en un vaso esterilizador y dejándola hervir en el microondas durante 2-3 minutos.

Después de limpiarla es importante guardarla en una bolsita o caja donde no haya la posibilidad de que se ensucie ni infecte.

3. Hasta 12 horas con ella puesta

Los químicos, como los blanqueantes, que incorporan los tampones o compresas pueden alterar el PH de la vagina, por lo que no es recomendable llevarlos (especialmente los tampones) durante más de 6 horas. En el caso de la copa, el tiempo de uso recomendado se dispara hasta las 12 horas como máximo, aunque es cierto que esto depende del flujo que cada mujer genere.

4. Su precio

El costo de una copa menstrual, si ésta es certificada y de calidad, ronda los $650 y $700 pesos. Teniendo en cuenta que una mujer utiliza entre 20 y 25 toallas o tampones por mes y, tendrá una vida fértil de 35 años aproximadamente, gastará $21,000 en artículos desechables.

Como hemos comentado antes, con los cuidados adecuados la durabilidad de la copa puede llegar a ser de 10 años, por lo que su costo por periodo es de apenas $5.41 pesos.

Muchas mujeres tienen dudas a la hora de elegir la talla de su copa menstrual. ¿Cómo saber realmente tu tamaño?

Si es la primera vez que compras una, déjanos guiarte por nuestra experiencia.

La copa menstrual es un producto de higiene femenina en forma de copa y elaborada con silicona médica hipoalergénica. Existen en el mercado gran variedad de modelos, marcas y tamaños, sin embargo, el principio básico es el mismo. Una copa con un extremo inferior que puedes sujetar entre tus dedos y un borde circular superior que se ajusta a las paredes de tu vagina. Dependiendo del tipo de silicona, la copa será más o menos firme y se adaptará de una manera diferente a tu cuerpo.

Recuerda que la vagina es flexible y tiene musculatura. En general y si no has tenido ningún problema de salud, tus músculos vaginales deberían arropar perfectamente la copa cuando es introducida en la vagina. Sin embargo, hay varios supuestos donde los músculos han perdido tersura o simplemente el canal vaginal es más ancho.

La talla de la copa menstrual NO depende de la cantidad de flujo

Muchas veces se comete el error de asumir que la talla de la copa menstrual depende de su capacidad, sin embargo es importante que quede claro que la diferencia radica en el diámetro de la copa. Pese a que tengas sangrado abundante, si por tu edad y condición te corresponde la talla M, te sugerimos que sea ésta la que elijas al realizar la compra ya que te sorprenderá, entre otras cosas, que no sangramos tanto como pensamos. La diferencia entre M y L es apenas 4 ml. Si eliges una copa de talla menor a la que te correspondes, puedes sufrir pérdidas e incluso notar como la copa se desliza hacia abajo de tu canal vaginal. Si utilizas una copa mayor de lo recomendado, podrías tener molestias y dañarte al retirarla. Por lo tanto guíate por el diámetro de la copa y no por la capacidad de la copa menstrual

¿Cuál es mi talla de copa menstrual si acabo de dar a luz?

Si acabas de dar a luz por parto natural, tu suelo pélvico está en proceso de volver a la normalidad. No desesperes y ejercítalo de manera suave y constante para que vuelva a sus funciones de siempre. Normalmente se aconseja utilizar la talla L después de haber dado a luz ya que inevitablemente el canal vaginal se ensancha al haber dado paso a tu maravilloso bebé.

Si has tenido una cesárea sin dilatación y eres menor de 30 años, en un principio te correspondería aún la talla S.

Muchas mujeres experimentan dificultades con la talla S pese a no haber tenido partos o ser aún menores de 30. Estas dificultades pueden deberse entre otros factores a la falta de actividad física o a la complexión corporal. Las mujeres más altas y con caderas anchas suelen tener un canal vaginal más ancho. En estos casos, sí que podrían necesitar una talla L.

¿Cómo saber la talla de la copa menstrual?

En Moonie tenemos 2 tallas a elegir:

• Copa menstrual talla S – tamaño pequeño: 
  Si eres menor de 18 años y no has tenido relaciones sexuales con penetración.
  Si eres menor de 30 años y no has tenido ningún parto vaginal
•  Copa menstrual talla L – tamaño grande:
  Si eres mayor de 30 años (hayas parido o no) y si has tenido parto vaginal (independientemente de tu edad).

The menstrual cup is first folded or pinched and then inserted into the vagina. It will normally unfold automatically and create a light seal against the cervix. In some cases, the user may need to twist the cup or flex the vaginal muscles to ensure the cup is fully open. If correctly inserted, the cup shouldn’t leak or cause any discomfort. The stem should be completely inside the vagina. There are various folding techniques for insertion; common folds include the c-fold, as well as the punch-down fold.
If lubrication is necessary for insertion, it should be water-based, as silicone lubricant can be damaging to the silicone.